1.- Los amigos me están jaleando demasiado y el tiempo se me pasa muy deprisa. No sé si esto es bueno o malo, pero me levanto por la mañana y cuando me vengo a dar cuenta son las siete de la tarde y no he terminado el puto folio de pasado mañana. Me ha recomendado Carlos Acosta , querido profesor y amigo, que compre un libro del catedrático Humberto Hernández para que no vuelva a poner "muchas miles de personas", sino que lo escriba correctamente: "muchos miles de personas". En fin, voy a ver si encuentro el libro en "Lemus" y me lo pego. Me han quitado hasta el tiempo para leer, cuando debería ser todo lo contrario. Con la gripe se me aguaron los ojos y veía más bien poco. PeroÁlvaro Arvelo me invitó, y no fallé, a un paseo casi privado -había varios compañeros de profesión presentes- por la exposición de grabados de Alberto Durero y su época en CajaCanarias. Los fondos son de la Biblioteca Nacional y hacía más de un siglo que no se exponían. Durero fue un grabador extraordinario, utilizando distintas técnicas, y desarrolló su personalidad como artista a través del grabado, logrando verdaderas maravillas, a poco de ser inventada la imprenta. Intenté averiguar el costo de estos grabados pero no pude. Proceden de la compra, en el siglo XIX, a un pintor que los tenía guardados en su estudio y a la entrega que hicieron los ciudadanos a la Biblioteca Nacional, durante la guerra civil; y luego no los recogieron, quedando en propiedad de esta dependencia del Estado. Llegaron a Tenerife escoltados por la Policía Nacional.
2.- Durero es la estrella del Otoño Cultural de CajaCanarias, que sigue teniendo muy buen pulso gracias también a la dedicación de Álvaro Marcos Arvelo . Yo procuraré no perderme dos actos de la programación: la actuación de "Ellas 3": Esther Ovejero , Chiqui Pérez y Fabiola Socas , y la charla de Vicente Del Bosque , que hablará de fútbol, supongo, y será entrevistado. Esta última corre peligro (para mí) porque tiene lugar el viernes, 9, y teóricamente no estoy; pero ya me las arreglaré. El catálogo es muy completo y, por decir una coña porque, si no, yo no sería yo, Juanito Cruz sólo actúa una vez, pero entrevistando a Ian Gibson , nada menos, uno de mis autores favoritos. Me gustaría haberlo entrevistado yo. También voy a ir a verlos (bueno, y a oírlos).
3.- Volviendo a Durero, se aprende mucho del artista y de su época oyendo a Concha , la comisaria de la exposición, que es la jefa de grabados de la Biblioteca Nacional, o algo así, y que lo sabe todo. Pero todo. Nos dio una charla muy documentada, y muy agradable, en cuarenta minutos de paseo, que a mí me supieron a gloria. Además, saludé a mi amigo Juan Narbona , que me echó de la Cope. ¡Si el obispo se entera!
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